La literatura en los colegios debería ser un paréntesis dentro de la actividad diaria, una hora de sosiego en la que el alumno escucha, piensa en sus cosas o se duerme mientras el maestro lee en voz alta libros que no tienen por qué seguir el disparatado orden del canon escolar. (Daniel Pennac)

28 febrero 2010

Poetas del 27: ALBERTI.

Su ya hoy mítica vida está ligada, durante casi un siglo, a los acontecimientos culturales, políticos y sociales más destacados de nuestro país. Desde su filiación al Partido Comunista, su labor en la Alianza de Intelectuales Antifascistas durante la Guerra Civil, su colaboración durante la contienda junto a María Teresa León y otros intelectuales en el salvamento de importantes obras de arte de nuestro patrimonio cultural -"Las Meninas" de Velázquez, "Carlos V" de Tiziano...-, hasta su rica presidencia honoraria con Dolores Ibárruri de las primeras Cortes Democráticas... Todo ello lo convierte en un personaje singular de nuestra historia más reciente.

Rafael Alberti ha llenado con sus versos las páginas más importantes de la poesía contemporánea. Su pertenencia a la mítica Generación del 27 lo liga al grupo de mayor esplendor poético del siglo XX, que él ha ido atravesando con una ética y dignidad ejemplares, reconocida con numerosos premios entre los que destacan el Nacional de Literatura, el Lenin de la Paz, el Nacional de Teatro y el Cervantes de Literatura.

Visita la Web Oficial de Rafael Alberti para conocer a este genial poeta del 27, pulsa en el título de la entrada.



"La canción "Se equivocó la paloma" fue creada en 1941 por el músico argentino Carlos Guastavino al musicalizar el poema titulado "La paloma" del poeta español Rafael Alberti, publicado ese mismo año. En 1969 Joan Manuel Serrat grabó la canción por primera vez incluyéndola en su álbum La paloma, con arreglos de Sergio Endrigo." (Wikipedia). Sergio Endrigo fue arreglista, la música es de Gustaviano y la letra (el poema) de Don Rafael Alberti.



Como es sabido, lo esencial de su primer libro, Marinero en tierra, es la nostalgia del mar su paraíso perdido. Había nacido en Puerto de Santa María (Cádiz) y junto a su luminosa bahía había transcurrido su infancia. Luego, cuando la familia se traslada a Madrid, Rafael se
sentirá como desarraigado, y la añoranza de su niñez y de su paisaje natal le llevarán a la poesía. Un deseo de evasión le hará evocar su mar, las playas, las salinas...

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